#0contenciones


(...) 

Años mas tarde de nuevo en el mismo hospital, amarraron a la cama a otra persona ingresada en la misma planta a unas cuantas habitaciones de distancia. No pude ver a esa mujer que, como yo años antes, empezó a clamar auxilio. Entonces, recordé exactamente lo que fue aquella tortura que algún mecanismo de defensa me había hecho olvidar. Sentí pánico. Por ella y por mí. Por momentos decidí ir a auxiliarla. Incluso fantaseé con organizar un motín. Pero no hice nada. Un miedo irracional y muy medido por otros, me contuvo, me paralizó. Sólo pude taparme con las sábanas, alerta y vivir su dolor. Hice, al final, otra vez, lo que se esperaba de mí.