¿Eres tú Paspartú?
Texto en construcción
Llamamos Paspartú_Refugio Creativo a nuestro centro social porque creemos en la importancia del margen, del silencio, de la pausa. En un mundo que nos empuja constantemente al ruido, la prisa y la productividad, Paspartú es un espacio donde detenerse, respirar y mirar de nuevo.
Pero no es solo un refugio frente al afuera, el marco, nuestro contexto: es también una herramienta colectiva de transformación. El local Paspartú nace de una certeza: las personas sensibles están par tout—en todas partes—pero muchas veces no nos reconocemos. Las exigencias del entorno nos obligan a llevar corazas que nos protegen, sí, pero también nos aíslan. Nos desconectan de lo que somos y de quienes podrían caminar con nosotras.
Por eso, Paspartú apuesta por la sensibilidad como fuerza política. No la entendemos como una característica fija ni exclusiva, sino como un territorio que podemos habitar, cultivar y defender. Cada ser humano puede recorrer el viaje de la vida en dos direcciones; hacia sensibilizarse o hacia hacerse corazas y desconectar.
Defendemos que estar conectadas puede mejorar nuestras vidas, la forma en la que nos relacionamos y construimos comunidad. En Paspartú apostamos por la ternura como herramienta política, por la empatía como forma de resistencia y por la comunidad como espacio de sostén y transformación.
Rechazamos tanto la psicologización como la mercantilización de la sensibilidad. No creemos en recetas prefabricadas ni en soluciones enlatadas. Apostamos por espacios autogestionados, seguros, donde compartir experiencias, escucharnos y cuidarnos desde la horizontalidad y el apoyo mutuo.
Como el paspartú que enmarca una obra, nuestro espacio pretende ser ese respiro entre el contexto y lo íntimo. Porque la obra influye en el contexto, y el contexto en la obra. Paspartú es ese umbral, ese margen silencioso que permite que lo verdaderamente importante pueda emerger.